sábado, 21 de marzo de 2009

Dumb animals. Atascos xalapeños

Esta mañana mi madre decidió ir por mí al lugar donde doy clases, y nos dirigíamos hacia veinte de noviembre cuando, a unos cuantos metros, pudimos ver que se congregaba gente de amarillo y negro, perredistas pensé, y en efecto, llevaban banderillas correspondientes a ese partido. Como pueden imaginar, la concentración de automóviles fue tal que mi madre decidió dar una indebida vuelta en U por CAXA, y volvimos a casa, un poco cansadas, fastidiadas por que tal parece que hay que salir por la noche en esta ciudad para encontrar mayor sosiego vial.
Este es uno de tantos inconvenientes que arrastra Xalapa. El día de ayer anunciaron en un periódico, el cierre de las calles Murillo Vidal, Circuito Presidentes, Zamora y no recuerdo cuál otra, debido al desfile que ofrecería el equipo local de basquetbol por haber ganado el campeonato, y la semana pasada también fueron cerradas calles por el carnaval.
Yo lo llamo irresponsabilidad, y de proporción infame. Lázaro Cárdenas está en reparación, también cerraron Rébsamen hace poco. Resulta agobiante estar en un camión en Américas después de las dos de la tarde y esperar media hora para salir a Circunvalación, y llegar a mi casa una hora después. El incremento de automóviles es notable cada año, y con estos "arreglos" para facilitar el tráfico lo único que ocasionan es mayor caos. Platicando con taxistas, confiesan que muchas veces no suben a personas que van a Jardines de Xalapa o cualquier zona aledaña, debido a que pierden mucho tiempo con sólo un pasaje. Por otra parte, hace tres semanas, esperaba un camión atrás del Parque Juárez, y lo mismo, tardó más de media hora en pasar. Es uno de esos momentos en los que me gustaría llegar a casa y sentarme a ver televisión para olvidar los atascos de una ciudad que parece un pequeño Distrito Federal (además, también suspiro el Metro de Madrid, si tuviéramos uno, je).
No comprendo. Hace diez años las horas punta eran las ocho de la mañana, entre doce y dos de la tarde y las seis. Ahora es ... todo el tiempo, y los automovilistas buscan desesperados vías alternas, atajos, vueltas que permitan no sólo llegar a tiempo al trabajo, sino llevar a tiempo a los hijos a la escuela, llegar por ellos, y volver al sofá querido, para despojarse de la mala leche de estar más de una hora entre semáforos y personas tan desperadas como tú y como yo por salir de ahí.
Xalapa ya no es lo que solía ser.