Reinventar la tarde, pintar nuevamente los muros de la habitación, limpiar la piel con estropajo y deshacerse de las viejas escamas, reacomodar el número de canciones en el ipod, subirse al camión después de un año.
Aspirar a un nuevo aire, ganarse sin ningún tipo de trampa.
Es así como los espacios pretenden ser recuperados. Me desperté a las ocho y veinte de la mañana. No hay ropa formal que preparar. Tengo treinta días para volver a escupir palabras. Tengo nuevamente la oportunidad por delante. Las rodillas están listas para los verdaderos raspones.
Di la vuelta a la página. Esto escuché: