El mes que más me gusta es mayo, por varios motivos : las suspensiones de clases, los puentes, la onda de calor, aunque insoportable, siempre abre mejor su falda durante la noche, haciendo el aire más sutil. Curiosamente durante estos años, al llegar mayo, nunca se presentó algún pasaje digno de llorar, tontamente puedo decir que espero este mes por que me hace feliz. Tal vez su viento contenga mayor número de endorfinas.
En este 2009, en este mayo ahora mexicano, lo que posiblemente tendré será: próximos pagos, descanso, y la propuesta de un viaje... bueno, ya no se hará, en vista de la alarma-pánico mundial propagada hace unos días, creciendo, multiplicando la neurosis y el rechazo hacia el extranjero -en este caso del mexicano-. Resultan inquietantes testimonios de paisanos que han sido tratados con desprecio en aeropuertos de algunos países como España, Israel, Estados Unidos -y seguramente la lista de naciones se volverá más grande- just because they are mexicans and probably they have swine flu... hace poco, mientras caminaba, recordé un estribillo de una canción de los deftones que dice this is the end, somewhere this is the end...
Nos llueve sobre mojado. Recientemente chateaba con un chico con quien anduve el año pasado, un adorable alemancito, y me contó que la prensa del Reino Unido decía que eran más de cien los muertos por influenza en México, y luego me contó de una chica que le mencionó: "de los países que he visitado mi favorito es México, pero no me gustaría vivir ahí por que hay muchos pobres"... no quiero reproducirles lo que pasó por mi cabeza en aquellos instantes. Enfermos y pobretones, lindas apreciaciones tienen de nosotros.
Por supuesto que algo pasa, y por supuesto que el H1N1 existe en México y hay que cuidarse, y en el df el número de infectados es notable por el gran número de habitantes que tiene. Dicen que todo comenzó en Perote, que no está muy lejos de Xalapa, y que murieron 60 personas. Nuestro gober no nos mencionó eso. También -vaya casualidad- esta difusión mediática del miedo ha silenciado situaciones que enferman más a México como el narco, la crisis económica, la ley que aprobó el Senado para que los policías puedan circular como civiles y también se especula de otra en la que el gobierno pueda tener acceso a nuestro registro de llamadas, ya sé, esto último está jalado de los pelos y pensarán "bájale a tu conspiración del gobierno", lo que puedo decir es que algo no anda bien, insisto, hay que cuidarse de la influenza por que hay casos, pero aquí hay marrano encerrado. Unos dicen que se trata de un chupacabrazo.
El Presidente nos ha pedido nos quedemos en nuestros hogares... bueno, en algunos hogares -incluyendo el mío- esto se ha convertido en prueba de resistencia para no terminar agarrados de las greñas. Esto es un curioso fenómeno de las relaciones interpersonales. Se nos ha pedido no tener contacto, mantenernos alejados, quedarnos en casa. Pero las madres ya no saben cómo soportar a sus hijos, y los hijos hemos perdido la forma de hablar con ellos, eso me ha ocurrido en estos días, en los que mi padre, con todo respeto, parece león enjaulado.
Y de que he tenido contacto, damas y caballeros: me he dado unos besucos, de esos grandotes y créanme, ninguno de los dos estamos infectados :p.
He salido casi toda la semana por la noche, a beber chelas, a jugar cartas, a convivir con la banda. Salgo a la calle y de diez personas únicamente dos usan cubrebocas. Las madres llevan a sus niños al parque a jugar pelota, se llenan los centros comerciales, el bar al que fui dos veces esta semana estaba lleno, los chicos buscan retornos donde poner música electrónica a todo volumen -los antros están cerrados- y beber cerveza, y el lunes pasado me dijo un amigo que hubo una fiesta, con mucha gente, y el ambiente, según él, fue especial "porque todos estaban bien pedos", me dijo: "fue una fiesta contra la influenza, y ganamos".
Mi madre y mi padre estaban consternados cada vez que les decía "salgo un rato". Una noche me dijo mi padre "estas no son vacaciones", evidentemente no dije nada, le mandé un beso y me fui. Conforme pasan los días las cifras van cambiando, prodigy y yahoo muestran notas alarmistas, igual en los noticieros. No hay registro de la cantidad exacta de muertos, no sabemos quiénes han sido los más afectados, si hombres, mujeres, ancianos, niños, tampoco sabemos el nivel socioeconómico de los infectados, estamos rodeados de cifras "fantasma", sólo tenemos el bombardeo mediático de "alarma por influenza". Tampoco entiendo por qué se agotaron los tapabocas si son bien pocos quienes los usan, de verdad, creo que a veces lo cargo por presión maternal, voy a l parque a correr y somos dos o tres de veinte que lo llevan... de hecho una niña y su padre me veían como bicho raro esta mañana.
El 6 reanudan las actividades escolares. Y con ello las mías. Esta pausa, más que provocarme aislamiento y pánico, sólo me ha dado la oportunidad para descansar de mi jodido horario de trabajo y de convivir con los amigos, sobre todo aquellos que no veía. Si no tuviéramos este paro, no hubiera podido reencontrarme con dos ex compañeros de la facultad, a quienes vi, abracé, comimos cheetos, brindamos, y no pasó nada.
Ahora, por otra causa me pierdo de una fiesta, una muy buena, en la que están en frente a una fogata, con la música a todo lo que da, bebiendo hasta perder la noción de sí mismos... mi amigo me ha llamado hace un momento, sí, me hubiera gustado estar en esa fiesta...
Seguiré saliendo, cuidándome, pero sin tener miedo, no lo tengo en realidad. Y como dice mi abuela "si te toca es por que te tenía que tocar", además, como dice la canción popular:
Se va a acabar, el mundo se va a acabar si un día me has de querer, te tienes que apresurar
Ah y claro, pensando en la canción de Miguel Bosé, por que este mes me da nostalgia de amar y alegría de vivir
Mayo, mayo,mayo
porque mis suspiros no enferman a los demás.