viernes, 21 de agosto de 2009
Una temporada en la biblioteca. Primera parte
Hoy es mi último día. Así quiero despedirme:
Sala braille
Semana número cuatro,
el escritorio tiene ya tu polvo, tus marcas.
Confrontas la pared, descubres
los obsequios olvidados
de visitantes recurrentes:
una que otra araña deja sus retazos,
una que otra araña decide patinar
sobre tus hojas
quizá porque conocen la ausencia
de invitados a tu mesa.
Súbita ceguera (consequence d’un soleil et d’un corps)
La presencia de la luz es contundente. Ninguna atalaya encubre al hombre muerto en tiempo, próximo a distender a puños blancos esta memoria que agita, desconoce la trayectoria del resto de los cuerpos, abandona de golpe las pocas posesiones, desarmando al ojo, pidiéndole mendigar al último de los claros.
Y cuando deje mi tarjeta ya checada y firmada por última vez, esto va a sonar en mi cabeza:
http://www.youtube.com/watch?v=ofRCldHb7X0
(Estoy contenta)
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