Porque es la mejor forma de expresarse por
el medio escrito, da a conocer sentimientos,
emociones, y ya no vas a tener faltas de orto-
grafía porque la maestra Lorena es buena.
Eduardo Williams Herrera, sobre la
importancia de la literatura (valor 2
puntos)
Créanlo tamarinderos míos, el joven aquí citado, alumno mío de tercer semestre (mi grupo favorito debo decir) escribió estas líneas el día de ayer que presentó el extemporáneo de mi curso. ¿Acaso piensa que pondré los dos puntos que vale la respuesta sólo porque me ha mencionado? Ni siquiera sé si soy buena profesora o si llegaré a serlo. Al leerla arrojé la carcajada. Y no, no le puse los dos puntos. A pesar de ello pasó el examen con un siete punto nueve. Eduardo, siempre voy a recordarte.
Otro estudiante, de quinto semestre, según el grado de conocimiento, el narrador que conoce todo lo denominó omnipresente. Dicho joven obtuvo un cuatro punto ocho.
En mi última entrada alguien preguntó qué había pasado con (mis) los chicos de tercer semestre que me pidieron les leyera un poco de Tristán e Isolda. La clase siguiente les puse música, mi música para que hicieran una leyenda. Todos son imaginativos, no les puse mala calificación, no soy maestra barco, se los juro, estoy asombrada con ellos, todo el tiempo responden a mis embates literarios, empujan, se impulsan… por eso… ¿porqué malgastan su tiempo frente al chat?
Ayer aquella deuda de lectura de la muerte de los amantes Tristán e Isolda la rubia quedó saldada. Les gustó mucho. Y a mí me gustan ellos, aunque Mariano hoy me respondió de una forma maleducada.
3 comentarios:
Jajajaja!! El narrador omnipresente...
A mí en un cuestionario-diagnóstico uno me puso que entre los escritores que había leído estaba Miguel de Cerbantes Desededra. En serio. Textual. Por supuesto, no supo qué libros había escrito el tal Desededra.
Otro cuando le di a leer a Poe estaba segurísimo que ya había encontrado su vocación; el niño no quería ser escritor, quería ser Poe himself.
Una niña seria una vez me "dedicó" un cuento, que era trabajo final.
Resumen:
Una niña de nombre Paty [como su hermanita] estaba en la lista de espera para sacar un libro con cubiertas de piel, pero sin título ni autor. El libro era una sensación en la escuela, todos hablaban de él. Cuando por fin le tocó, era una historia muy interesante, pero lo importante era que en los márgenes tenía escritos como consejillos sobre la literatura "leer te hace mejor persona" y cosas por el estilo. Al final del libro halla una dedicatoria: "Para May, de APV" [May era un seudónimo que le sugerí una vez para un concurso]. Total que después de mucho investigar, la niña descubre que APV eran las iniciales de un maestro de literatura, Armando Preciado Vargas(!), ya retirado, que pasaba el tiempo en su biblioteca. La niña lo visita y él la toma como su alumna, un día la niña al llegar a la casa del maestro encuentra que hay un funeral: el de su maestro Armando(!!!). Una mujer se acerca a ella y le dice que ella es May, que el maestro Armando le había hablado de ella, que la apreciaba mucho, y que le había encargado que ahora ella fuera su maestra [esto fue años antes del Episodio I de Star Wars]. Paty, la narradora, terminaba diciendo que ahora, de adulta, era maestra de literatura gracias a que su maestro Armando y su maestra May le habían enseñado a amarla. Yo sí le puse un diez.
ok... esta debe ser algo así como la quinta vez que entro expresamente para dejar un comentario...
Queremos saber cómo quedó la playlist (o, bueno, no sé; el que quiera que levante la mano...)
El muchacho de quinto simplemente confundió las facultades del narrador con las de dios. No lo culpo.
Yo nunca he sido profesor. Sí me gustaría hacerlo en algún momento. Esperar una experiencia como la del donoso caballero Armandís de Mina sería una razón suficiente.
Levanto la mano.
Me arden los ojos maaaal pedo.
Y tache a Mariano
"Me arden los ojos maaaal pedo."
jajajajajaja, es gracioso porque es verídico, jajajajaja, no mams, that comment made my day.
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